*Una antigua casona, sede del Poder Legislativo, tiene más de tres siglos de leyendas populares y una arquitectura que combina materiales modernos y antiguos, con una fuente de cantera labrada a mano
Jaime López
Puebla, Pue.- La piel se enchina cuando das el primer paso dentro del inmueble, en especial, luego de escuchar las historias paranormales que comparten los elementos de seguridad, quienes aseguran que han atestiguado entes silenciosos o presencias sobrenaturales.
Es como una pequeña casa de terror sin elementos ficcionados, asentada en el primer cuadro de la capital poblana, cuyo principal atractivo está conformado por narraciones populares que abarcan tres siglos.
En la cédula de la fachada aún se conserva su nombre original: Mesón del Cristo, llamado así porque era una casa particular ocupada para dar hospedaje a los españoles que estaban de paso en la ciudad, cuya entrada, en la parte superior de la misma, tiene una cruz de medianas dimensiones.
Construido a principios del siglo XVIII, específicamente en 1704, el lugar fue acondicionado durante la administración de Rafael Moreno Valle Rosas para ser la sede alterna del Poder Legislativo.
Actualmente alberga las oficinas de la segunda fuerza partidista con más integrantes o curules en el congreso local, pero también ha sido convento, hospital, casa particular y vecindad.
En el interior, la arquitectura combina materiales modernos de construcción con madera y vigas antiguas, lo que le brinda un contraste admirable.
Lo más llamativo de la planta baja es la fuente de piedra de cantera labrada a mano, que, según vigilantes y trabajadores, fue visitada en agosto pasado por el espíritu de la diputada Aurora Sierra Rodríguez, justamente en el marco del homenaje póstumo que le rindieron sus colegas.
“Tenía su misma silueta y el cabello largo, oscuro, como ella lo usaba”, es parte del testimonio compartido por las personas que conocieron a la prestigiada legisladora.
Esas voces son las que también afirman que vieron un ente parado sobre la oficina de Sierra Rodríguez una noche previa a su fallecimiento: “un compañero trató de sacarle fotos, pero en el celular no se veía la figura”.
Así, la fama sobrenatural del Mesón del Cristo sigue siendo alimentada con nuevos relatos, aptos para morbosos que no han sido diagnosticados con cardiopatías o problemas de presión.
Un ejemplo de ello es la narración compartida por una trabajadora del Congreso que jura y perjura que sintió un espíritu abrazándola cuando estaba en el comedor.
Otros empleados mencionan la presencia de una niña saliendo del baño, afirmando que vieron sus pequeños pies. Lo curioso es que no se permite el ingreso de infancias al recinto.
Verdad o no, el Mesón del Cristo tiene un traspatio sumamente tétrico, en el que anteriormente hubo caballerizas, fosas y una capilla. Historiadores mencionan que dicha capilla tenía una imagen milagrosa de Jesucristo con la finalidad de ahuyentar los malos espíritus.
En el día a día del inmueble se mezclan creatividad y oscuridad, tanto humanas como paranormales, cocinándose las leyes que regirán a todo Puebla… un atractivo escalofriante.
